lunes, 3 de septiembre de 2012

La corona escondida de Catriel Cuenca


Puertas marrones y azules
Sangrando alcohol con piel,
Millones de ojos mirando
Al Mesías nacer.

Una cabra con una Oz
Se vomita encima,
Mientras sus súbditos
Ante súplicas se enfrían.

Cuatro jinetes se acercan
Para morder al niño,
El cual abraza su salvación
Que con él ha traído.

La gente corre feliz
En el jardín de Edén,
Creen estar salvados…
¡Pobres!, no deben saber.

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