martes, 18 de septiembre de 2012

Paraíso e infierno de Catriel Ulises Cuenca


Alguna vez pude diferenciar…
Un aire caliente de una brisa suave,
Pero me callé ante un árbol blanco,
Porque no me pareció salvaje.

He mordido la manzana prohibida,
Una y otra vez agotado.
Y no he muerto jamás,
Aunque me siento condenado.

La única similitud de esto,
Es el camino de siempre.
El oscuro y estremecedor dolor,
Llamado por algunos la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario